Claro que, dentro del campo de juego, y tal como ha sido siempre su característica, defendió a muerte la casaca rojinegra. Tan es así que en el primer tiempo, tras resentirse de un esguince de tobillo que traía de arrastre, le prohibió a Sensini que lo relevara. Se repuso del problema y siguió metiendo hasta el final, a puro temperamento.
Muchas gracias Mariano Andujar
Hace 2 años
te aaaaamo
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